El túnel y la luz


Después de ver a su cuerpo y lo que lo rodea, algunos pasan a otro mundo puramente espiritual. Hay casos que obviando o no notando la primera fase, llegan directamente a la segunda. El pasaje al mundo espiritual, algunos lo describen como viaje por un espacio oscuro que recuerda a un túnel. Al final de ese túnel llegan a una lugar de luz supraterrenal. Existe un cuadro del siglo XV de Jerónimo Bosh, "Ascensión al Empiriano," que representa algo semejante al pasaje del alma por el túnel. Posiblemente ya entonces esto era conocido por algunos.
He aquí dos descripciones contemporáneas de este estado: "Escuché que los médicos me declararon muerto, mientras yo estaba como si nadara en un espacio oscuro. No tengo palabras para describir ese estado. Alrededor estaba completamente oscuro, y sólo en la lejanía se veía luz. Esta era muy intensa, a pesar de que al principio parecía pequeña. A medida que me acercaba a ella, aumentaba. Me dirigía rápidamente hacia ella y sentía que irradiaba bondad. Siendo cristiano recordé las palabras de Cristo: "Yo soy la luz del mundo." Y pensé: "Si esto es la muerte, sé Quién me espera allí".
"Sabía que me estaba muriendo," relata otro hombre; "y nada podía hacer para avisar, ya que nadie me oía... Me encontraba fuera de mi cuerpo — esto es seguro, ya que veía mi cuerpo allá sobre la mesa del quirófano. Mi alma salió del cuerpo. Por eso me sentía perdido, luego apareció esta luz tan especial. Primero era algo débil, luego emitió un rayo muy fuerte. Sentía el calor de esta luz, que cubría todo, pero no me impedía ver el quirófano, los médicos y las enfermeras y todo lo demás. Primero, no entendía qué pasaba, pero luego, una voz desde ésta luz me preguntó si estaba listo para morirme. Hablaba como un hombre, pero no había nadie. Preguntaba precisamente la Luz... Ahora entiendo que Ella sabía que no estaba listo todavía para la muerte, pero era como si me estuviera examinando. Desde el momento en que la Luz comenzó a hablar me sentí muy bien; me sentía fuera de peligro, y que Ella me amaba. El amor que irradiaba la Luz era inimaginable e indescriptible.
Todos, los que la han visto y trataron de describirla, no encontraron palabras adecuadas para hacerlo. La Luz era distinta de la que habían conocido aquí. "Esto no era simplemente luz, sino la plena y perfecta ausencia de tiniebla alguna. Ésta Luz no daba sombras, no se la veía, pero estaba en todas partes y el alma permanecía en la Luz. La mayoría describe ésta Luz como un Ser moralmente bueno, y no como si se tratara de una energía impersonal. Los que son creyentes, la consideran un Ángel, o hasta el mismo Jesucristo. En todo caso, Alguien que trae la paz y el amor. Cuando se encontraban con la Luz, no oían palabras separadas en un idioma específico, sino que hablaba con ellos por medio del pensamiento. Y todo era tan claro, que esconderle algo era totalmente imposible.

No hay comentarios: